"Esta en la 6° planta de un portal que no es accesible. Posee una terraza mirador y un local pequeño totalmente acristalado. Local muy limpio y cuidado. La carta no es muy variada, las raciones son muy generosas aunque no son muy elaboradas, las patatas fritas son de bolsa en vez de ser patatas fritas auténticas y la fritura de pescado solo lleva: chupitos, cazon y calamares faltan peces en el olato, algo que le quita cache. La atención del personal es exquisita, rápida y eficaz. Al ser un ático y a pesar de estar el aire acondicionado puesto, hacia calor en el local. Con WC pero no está adaptado para personas con movilidad reducida. No hay tronas, no hay menú infantil. Es un rinconcito de Madrid con encanto, ideal para ver una puesta de sol desde las alturas en buena compañía. Aparcamiento es Madrid 360. El metro Tirso de Molina está a 40mts de distancia, bien comunicado en transporte público."
