"Hay de todo ¡De todo! Incluso siendo de buen comer como soy... sufría por no poder probar todo lo que me gustaba ¡Qué cantidad de cosas! Empiezas por los panecillos... mucha variedad para elegir, muchos de ellos palitos en bolsitas individuales (que no vienen mal para echarse un par de ellas al bolso). A continuación vienen las ensaladas y entremeses... todas las lechugas, fiambre y encurtidos que puedas imaginar. Y viene el turno de las pastas... distintos tipos y sabores. Entre bandeja y bandeja hay saleros con parmesano para que te pongas tú mismo. También tienen pizzas, quiches, carnes, patatas, gnochis, pescado, verdura... La sección de postres también es de lo mejorcito, te preparas sabrosos helados italianos, con el topping que desees... chocolate caliente, tofee, almendras... y mil cositas más. Tamién hay brownies, pastelillos, café, té... Increíble e inolvidable buffet, con la única pega de que la bebida no esté incluida... y que quizás llega a ser un poco caótico por la cantidad de gente que llega a haber (no recomiendo ir solo... porque cuando te levantas de la mesa para repetir plato los camareros creen que te has ido y lo recogen todo. Con la tontería se llevaron dos bebidas que tenía a la mitad... pero eso sí, luego me las volvieron a traer (llenas del todo) sin problema y pidiéndome disculpas"