"Este pequeño y nuevo lugar con un estilo decorativo industrial tiene mucho que ofrecer. Fuera del bullicio y las calles concurridas, esta joya escondida no decepcionará. Ve por algunas tapas y un sabroso vino tinto de Ribera del Duero y simplemente relájate. Éramos 4 y el maître recomendó 8 tapas que estuvieron perfectas (ni demasiadas ni muy pocas). Recomiendo probar el pulpo, los raviolis de trufa, las navajas y la alcachofa, aunque estoy segura de que cualquier cosa que pruebes será deliciosa. Para el postre, recomiendo la selección de postres que trae algunas cositas que van muy bien con un café después de la cena. El lugar es tranquilo y tiene muy buena vibra. Visité este lugar con algunos compañeros de trabajo, pero podría ser ideal para ir con amigos, para una cena de negocios informal, una noche de chicas o simplemente para impresionar a tu media naranja. Toni, el maître, fue genial, muy atento y amable. Los precios son muy razonables y cuando pagas te das cuenta de que no necesitas ir a esos lugares caros para tener una excelente comida y pasar un tiempo fantástico. Dale una oportunidad a este lugar."