"Sentados junto a la ventana, disfrutamos de una comida muy especial, cocinada por manos profesionales, servida con alegría, buen hacer, y don de gentes extraordinario. Nos sentimos halagados, una vez más, porque ha sido una comida perfecta, los pinchitos de cordero en su punto exacto de pique, el entrecôt de buey, sabroso y tierno, el flan de turrón casero, nos ha hecho soñar con la próxima Navidad, y las anchoas de elaboración casera, exquisitas... Volveremos. Agradecidos especialmente a Miguel y Manolo (no dudéis en preguntar por ellos), por ser encantadoramente profesionales y atentos."