"No es la primera vez que vamos y no será la última. Las migas, como siempre, riquísimas. El cachopo igual. Este día pedimos tarta de queso (sabe a queso queso) y la de chocolate (tipo coulant). Buenísimo todo, precio bueno, decoración muy acogedora (tienen chimenea) y el trato de la camarera exquisito. Además, el buen detalle de siempre: preguntan si quieres pan. Recomiendo ir sin duda."