"Hace tiempo que pasaba por delante y tenía ganas de ir (soy del barrio). Fui con mi señora madre, nos dieron mesa para comer un sábado sin tener reserva. Eso es muy de agradecer. No es barato, pero el precio es acorde con la calidad de la comida y el servicio. ¿Por que estrellas? Después de platos realizados con mucho mimo, multitud de matices y toques geniales, el postre me pareció muy plano. Eché de menos una bolita de helado, un coulis, algo.. Por lo demás muy bien, acorde a las expectativas."