"El sitio es sórdido: iluminación pésima, ventilación inexistente. No hay menús de fin de semana para una sola persona. Pedí unos tallarines tres delicias y pollo al limón. El tiempo de espera fue razonable; el pan de gambas que sirvieron como aperitivo no tenía contextura crujiente sino blanda y pasada. Los tallarines estaban buenos, pero el pollo tenía un sabor raro. Mebsorprende que tenga un 4,1 en las valoraciones: ni el sitio, ni la comida no el precio (14 euros por los dos platos y un agua mineral con gas de medio litro) me parecen de más allá de un 5, siendo optimistas."