"Resumiendo: un sitio delicioso en un lugar apartado del mundanal ruido. Que María Salinas te alimente en su pequeño restaurante en Mancor de la Vall donde la Mallorca turística atestada y jaleosa ni se sospecha remotamente, es un privilegio para los sentidos, para el cuerpo y el alma. Sólo un detalle, las puertas y ventanas lucirían mejor en azul celeste, a juego con el mobiliario del restaurante ;D"