"Restaurante de batalla, sitio acogedor un poco pequeño casi no te puedes mover, las raciones un poco escasas para el precio y me pareció muy feo que a todas las mesas las pusieron un licor después de comer y a nosotros parece que estaban deseando que nos fuéramos cuando además era el cumpleaños de mi padre y lo sabían, un detalle feisimo, hoy en día cualquiera monta un bar y lo llama restaurante, profesionalidad nula, no ha sido una buena elección, para tomar una cerveza y una tapa puede, para una celebración no"