"He ido muchas veces a este restaurante. Me sabe mal decirlo pero la comida de ayer peor imposible. Entre los primeros y los segundos más de 20 minutos de espera, uno de los platos eran calamares, que, por cierto creo que por lo menos fueron recalentados unas cuantas veces, duros y más negros que Antonio Machín. Otros platos se los tuvieron que llevar para volver a calentar, los sirvieron fríos. Sinceramente un desastre, nos gastamos el dinero para salir con muy mal sabor de boca y no comer a gusto, porque con tantos contratiempos se nos pasó la gana. ¡no volveré a ir!"