"Tuvimos una reserva pero no había mesa reservada. El servicio muy descuidado, de hecho nos llevó a entender la camarera que nos recibió. Nos sentamos en una mesa con un sofá que tenía un agujero y la comida dejaba mucho que desear, parecía que estaba recién congelada o no cocida. Pedí una lasaña muy normal para evitar cualquier alimento precocinado pero por menos dinero y mi pareja pidió un solomillo seco con una mezcla de champiñones que ocupaba todo el plato y apenas estaba cocido. Además, estábamos sentados al lado de unas personas que estaban armando un gran jaleo y no les llamaron la atención ni ofrecieron cambiar de lugar, pudiendo hacerlo. La peor experiencia italiana, no volveremos."