"El ambiente era genial, muchos camareros y excelente vino, sin embargo, la langosta no solo estaba muy cocida sino que también era increíblemente cara. 95€ por una triste ensalada junto a una langosta sin garras y seca sin ninguna salsa... nada justifica ese precio, y mucho menos una comida tan horrible. Además, el pescado y papas fritas rehidratadas son imperdonables, supuestamente frescas pero claramente no acompañadas de papas frías. Tenía todo el potencial para ser increíble y todo lo demás (entrantes, postres, pescado pochado, etc.) estuvo delicioso. Una verdadera lástima."