"No me malinterpreten, la experiencia de los Pinxtos es genial, pero resulta agotador estar de pie toda la noche, apretujado entre 100 personas mientras sostienes tu plato en una mano y tu bebida en la otra. ¡Ansiaba un restaurante con asientos y no me decepcionó Morgans! El comedor está bellamente decorado, agradable y luminoso. La comida era fantástica, en particular el calamar que probablemente fue el mejor calamar que he probado en mi vida y también el mejor plato que probé en San Sebastián. Lo único malo fue que la comida salió muy rápido."