"Llegamos al lugar con un grupo de niños cuando estaba vacío. Estábamos con los pequeños en un área donde no había nadie hasta entonces el trato del camarero era impecable. El lugar empezó a llenarse, e inexplicablemente de manera brusca, prepotente e inapropiada, una persona nos dice que los niños estornudaron, así que dejamos el lugar y no volveremos a repetir. Parece claro que la política del local no incluye a familias con niños, ya que prefieren a los clientes adultos que ocupan el sitio y así los alejan con su actitud."