"Nos llevó varios minutos encontrar este pequeño restaurante ya que no hay nada que lo identifique en el exterior y no hay mucho más en esta calle residencial. Por dentro es pequeño, pero limpio y fresco. El dueño fue atento y rápidamente nos trajo una silla para el niño. Tuvimos ceviche, lomo, y aji de gallina, y un par de jarras de jugo de maracuyá. Todos estaban deliciosos, bien presentados, con excelentes sabores y calidad. El chef nos trajo cada plato. Los precios también eran muy buenos. Una comida excelente y probablemente volveremos durante nuestra estancia en Sevilla."