"Estuve el sábado 14 de febrero y la experiencia fue terrible. El camarero pasaba los platos de uno a otro, en lugar de entregarlos directamente a cada comensal, lo que resultaba confuso. Pedí un churrasco al punto y me trajeron dos: uno frío y sobrecocido, y el otro en su punto. También pedí entraña al punto y me sirvieron una que estaba pasada y no se podía comer. Los nachos tenían poca materia, poco queso y, en general, no sé qué ha pasado, pero fue bastante malo. Además, prepárate para sentarte en una mesa larga con otros comensales; era evidente la incomodidad en la cara de la pareja que estaba con nosotros."