"Tenía como favorito el chino Gracia de Paral·lel, en Barcelona ciudad, porque la comida era decente, la atención correcta, muy bonito por dentro, luminoso, siempre lleno... y durante muchos años. Sin embargo, cuál fue mi sorpresa al encontrarme con este restaurante, de nombre no muy original, entrada discreta, cuya comida es incluso superior a la del restaurante anteriormente mencionado. Este restaurante chino, situado al lado de un túnel de lavado mucho más llamativo y atractivo, esconde un interior cuidado y luminoso. No es, en absoluto, uno de esos restaurantes austeros y oscuros donde uno se echa a temblar por lo que pueda venir en el plato. No, no. Al contrario. La comida está bien. No sólo es decente, es que está realmente bien. El arroz tailandés, el arroz negro, el pollo al limón, la ternera... No son platos excesivamente grasientos, ni parecen hechos con ingredientes de escasa calidad. Es decir, no son superlativos, ni excelentes, pero oye, están bien. Realmente bien. Es, sencillamente, un buen restaurante chino. Enhorabuena."