"Me atendió una chica, de la cual no sé el nombre, era rubia (con mechas rubias más claras) y tenia un tatuaje parecido al símbolo de las Embrujadas en el antebrazo. Esa chica me pareció una de las mejores camareras que me ha atendido en toda mi vida: Atenta, simpática, alegre, y sobre todo, que con todo el jaleo que había en el local (era hora punta), hacia su trabajo y ayudaba a sus compañeras. Chica sin nombre, gracias por atenderme tan bien, volveré y, aunque la hostelería sea dura (sobre todo por clientes maleducados), gracias por no perder la paciencia con el resto"