"Problemas por un servicio inapropiado en la tarde en un restaurante serio. Lomo de vaca de 25 euros, seco y duro. Hamburguesas veganas tamaño pulpo, barullo de 23 euros que es un pulpo. No ofrecen carta de vinos, hay que pedirla y ellos la recogen. Solo hay dos postres: waffle o cheesecake, te hacen elegir de manera grosera. Servicio áspero e impersonal. No tienen licores, si quieres algún licor especial, mala suerte. 120 euros por una comida para tres personas en un lugar así es un insulto. Soy crítico gastronómico desde hace 22 años en diferentes medios y rara vez me encuentro con un restaurante así en el centro de Madrid.
Matías, moreno."