"Un buen lugar para comer o cenar, que suele ser una parada casi obligatoria cuando llegamos a Palma. Bonito lugar. En general ponen raciones abundantes, aunque esta vez hemos notado que el plato de nachos, que siempre pedimos como un pico entrante, era algo escaso en comparación con los tiempos anteriores. El servicio es muy amable, aunque la persona que te asiste cuando llegas y te lleva a tu mesa, lanza algún comentario no muy amable, aunque luego trata de arreglarlo. A pesar de estos dos pequeños cons, creo que seguiremos repitiendo cuando regresemos a la isla."