"En mi zona, Glovo llegó hace pocos meses, por lo que era inevitable pedir KFC. Sinceramente, el primer pedido que hice (he comido millones de veces en el de Palma, pero nunca en el de Porto Pi) fue terrible. La hamburguesa parecía recalentada y estaba chiclosa. Por supuesto, me quejé. Sin embargo, es KFC... y quise probar de nuevo, porque estaba segura de que había sido un fallo puntual. Y no me equivoqué. La segunda vez que pedí, podría haber comido sin parar. Pedí un menú para compartir, de los que..."