"Me gustó la comida y la atención en general, a veces toca esperar, lo cual puede ser comprensible. Sin embargo, ojo a la bebida. En una ocasión pedimos unos chilcanos de pisco, en otra unos piscos con maracuyá. An ambas ocasiones, me sentí indispuesto. Hoy pedimos que nos pusieran en mesa unos gin tonic (Tanqueray). El camarero trajo una botella sin dosificador, sin saber muy bien la razón. Luego se me dijo que dependía del tamaño de la botella. Cuando pedí hablar con la encargada, me dio, por toda explicación, que los gin tonics siempre se sirven en mesa. Pienso que al cliente hay que expresarle confianza y seguridad cuando, por experiencias pasadas, siente cierto recelo. Lamentablemente, la encargada no supo hacerlo."