"la barbacoa del restaurante Alfredo, se convierte en un abierto y cercano de ojos en el auténtico estado de texas. La decoración es totalmente country, mesas con manteles, souvenirs de los míticos vaqueros, incluso tiene una televisión en la que constantemente te ponen los programas típicos del rodeo (monto en toro.) El dueño es como sacado de la película de madera este en la buena, fea y la mala, camisa de vaquero, sombrero de caowboy y botas, incluso en julio completo. el trato que obtienes de él es muy cordial, prácticamente te considera desde la casa y te pide un acento muy divertido. ¿Está todo bien? la verdad es que vale la pena, sólo para conocer a este personaje. Por supuesto, las hamburguesas y costillas son su especialidad, así como la ensalada de col, estrella en la mayoría de las mesas. Tiene una receta exquisita de salsa casera de barbacoa y una parrilla de unos 6 metros, una barbacoa todavía, sólo el olor te hace despertar tus sentidos más primitivos, es esa sensación que estás recibiendo agua. Siempre pregunto al Alfredo con queso, un clásico delicioso y si algo más viene en usted tiene los postres más cremosos que haya probado, especialmente originales como tu pastel de queso o tu brownie con helado y chocolate. El servicio es rápido, aunque un poco serio, supongo que es debido a la sobre-booking que siempre existe, o vas pronto o reservas con suerte o eso es como en guerra, colas interminables, realmente no hay nadie que resista."