"Nada más que entrar, tienes una sensación de lo más familiar y hogareño. ese olor a comida recién hecha que rejuzga el afecto. abre el estómago y extiende todos los sentidos dilatables...ñamñam Cuando te sientas (8/9 mesas invitan, créeme, a reservar antes de ir) ves que el trato es como los de "toda vida"... proximidad de rezumando y bien hacer, que personal, caballeros, vivan el equipo de lata de lata. y es el de lo que vale una buena materia prima culinaria si el personal que se preocupa por usted no sabe cómo se merece la ocasión? a diez la fórmula de los tres tapitas, un segundo para elegir y un postre, también para lloriquear, es el mar de cautivador por lo que sí, no dude en reservar y verá cómo está encantado. Tengo la intención de regresar."