"Pedimos la ensalada de burrata y tomate. Los tomates parecían haber sido cortados con una guadaña. Algunos estaban cortados delicadamente, mientras que otros estaban destrozados. Había demasiado aceite de trufa, por lo que dominaba sobre todo lo demás. El pan que venía con él estaba duro y no era de calidad normal de Madrid. Pero lo más importante, la ensalada de burrata en el menú costaba 16 euros. Cuando llegó la cuenta, eran 21 euros. Cuando lo cuestionamos, nos dijeron que los precios no se habían actualizado. Un aumento sorpresa del 30%. Las empanadas (pollo picante y carne de res) estaban por debajo del promedio y tampoco tenían el mismo precio que en el menú. El restaurante de cadena Malvón tiene mejores empanadas. La banqueta estaba rota y se levantaba cuando intentabas acercarla a la mesa. El servicio estaba bien. En general, nunca volveríamos aquí y no lo recomendaríamos en una ciudad llena de excelentes restaurantes."