"La persona que hace la comida llama a las mujeres (un comportamiento machista) y se queja si la comida no se pide, como debería ser pedido, desde su punto de vista. No aconsejo a nadie que no quiera perder el apetito y salir angustiado. La comida no es ninguna exquisitez, por ejemplo, bastante seca. La peor experiencia. He estado en los mejores lugares, donde cada cliente es tratado como único, no como si te hicieran un favor al recibirte."