"BEATI PAUPERES SPIRITU Visitar este establecimiento me ha traído a la mente la cita evangélica del título. También los pobres pueden ser dichosos sin necesidad de cenar en los restaurantes de tropecientos tenedores, estrellas o citas en las guías gastronómicas internacionales. Este bareto de Maracena se parece más a una brasserie francesa que a un restaurante propiamente dicho. Fuimos un grupo familiar a tapear, y dimos en la diana. El gran descubrimiento es que en la carta de tapas y raciones no encontrarás la manida carne en salsa, los calamares fritos, las sospechosas albóndigas o las fritangas de dudoso pescado. Merece la pena descubrir un listado de platos innovadores, creativos, sugerentes. Los tallarines de patata con huevos rotos y perfumados a trufa son excelentes. Por no decir la tosta de queso feta con confitura de tomate, que yo repetí. . El blanco semi-seco Arabe es delicioso y a una buena temperatura, lo mismo que las cervezas, poco variadas las de grifo. Precio muy razonable para un gran calidad. Lo peor de todo es la terracita en la calle: paso permanente de coches, perros ladradores de paseo, niños correteando arriba y abajo, y calor, mucho calor acumulado en la calle y las fachadas. Seguro que en otoño más fresco el ambiente será más acogedor."
