"Acabamos de estar en su establecimiento, somos clientes asiduos, y hoy todo ha transcurrido con normalidad. La atención por parte de la camarera ha sido muy amable. Sin embargo, el problema ha surgido a la hora de pagar. Después de llamar reiteradas veces al camarero para proceder al cobro, el trabajador hacía contacto visual pero nos ignoraba. Finalmente, tuvimos que levantarnos para pagar en la barra. Después de pedirle a mi pareja que pusiera en conocimiento del encargado el proceder de este profesional, el camarero no paraba de mirarnos de forma desafiante. También hemos notado que la cantidad de comida en los platos ha disminuido.P"