"A través de algunas reseñas en Google decidimos ir a comer después del día de mercado. Un clásico de vacaciones. El restaurante está muy bien decorado y la música de fondo acompaña sin elevar el volumen, escuchando jazz. Manteles de tela y servilletas de tela, con cambio de cubiertos entre los platos. La comida, menú del día. Bien presentada. Las carrilleras, tiernas y la tarta de zanahoria deliciosa. Los encargados del restaurante son quienes atienden las mesas. Amables con sus clientes. Anecdótico, el pan también existe. La cuenta, en un plato o bandeja también. Volveremos. Servicio: 5 Ubicación: 4"