"En busca de un restaurante arabe por Bilbao, dimos con este y decidimos darle una oportunidad. Cogimos un menú degustación de 35€ (pero con descuento) que no es nada justa la relación calidad-precio; además de que el sitio no es muy acogedor. El menú constaba de 3 entrantes: 2 tristes falafel, 2 briwat (pusieron mucho azúcar glass y para nuestro gusto fue muy dulce) y tabulé (muy rico). Para seguir, 2 platos principales a compartir: pollo asado con una salsa que estaba rica (pero pusieron muchas patatas fritas que poco pintaban) y cous-cous vegetal, que estaba rico pero nada más. Por último, el poste. Té tradicional con pastas que estaban muy ricas. En general comimos bien, pero no fue nada de, otro mundo."