"Sin duda, un sitio al que volveremos. El servicio es excelente, el comedor no tiene vistas a ningún lugar de interés pero han logrado un ambiente muy agradable, con la música al volumen exacto para que no interfiera en las conversaciones y un techo alto de madera con vigas también de madera: un placer. Comimos una ración de anchoas (17 anchoas) de la marca Solano, que eran una maravilla. En cualquier local de Madrid, si te dieran esa calidad de anchoa, te cobran lo mismo por 4 o 5 anchoas. Comprobado desde hace años. Después unas croquetas, de nuevo una ración generosa (aproximadamente. 10 croquetas), exquisitas, con una bechamel suave, suave. Y por último y como plato principal para compartir Machote del Cantábrico. No lo conocíamos y la verdad es que nos gustó mucho, el producto y la manera de cocinarlo. Un restaurante de diez. Bueno, un pero. Nos pareció raro que no tuvieran algún queso para degustar de postre, pero esto es algo más personal. Enhorabuena."
