"Pensemos que comer no es sólo el hábito de ingerir, es importante y añade el medio ambiente, el servicio, la decoración, en última instancia; la experiencia. Fuimos a comer tres personas, reservamos 3 días de antelación y menos mal porque estaba lleno. Pinilla del valle es un lugar que recuerda a los Pirineos en el centro de Madrid. un valle como el valle de Lozoya recuerda otras zonas de araña que en invierno incita a comer ricos y contundentes. el restaurante es idílico, te mueve a un viejo pajar, es decir, con todas las comodidades que comimos algunas croquetas de la casa, nos ofreció fuera de la carta algunas croquetas de boletus, pero preferimos la de la casa. He sido apasionado por mis socios, pero me quedo con los judíos, que si voy a poner una crítica, me he sorprendido un poco. En segundo lugar compartimos carne. carne muy sabrosa y rica! recomendado carne y carne , Yo quería probar los pimientos llenos de carne y pinos que siempre me gotean y son una muestra de buena cocina! postre dos pasteles; manzana y queso. Tengo los pasteles fríos, aunque en este caso el pastel de queso estaba más aflanado. En resumen, este lugar fue muy recomendable junto al embalse. lugar para familias y parejas. experiencia en un grupo muy satisfactorio, y si lo acompaña con un paseo por la cordillera como día completo!"