"La mesa donde pretendían que comiesemos estaba justo en la puerta de entrada y salida de camareros y clientes, corriente y frío de la mano. Al quejarnos, nos ubicaron cerca de las escaleras de bajada al baño con mesas de plástico de terraza de la marca Estella Galicia y un mantel por encima. Nos quedamos porque nuestros niños pequeños tenían hambre y era mala hora. En cuanto a la carne, pedimos lomo de vaca madurado 400 gr y nos pusieron lo que puede parecerse al desecho que corta el carnicero en centro comercial cuando compras esta carne.Los postres tienen buena elaboración y presentación y las croquetas sabrosas. Lamentablemente poco recomendable"