"No sé a otros, pero en mi caso estuvieron muy cerca de la perfección.Todo comienza cuando entro en contacto con Abrasame a través de WhatsApp. Las respuestas a mis dudas son respondidas con suficiente rapidez, extremadamente eficaces y resolutivas, por lo que realizo la reserva para hoy domingo a las 14:00 horas.Esta misma mañana surge un problema. Uno de mis invitados teme que comer en el interior en estos tiempos de pandemia sea contraproducente con su afección coronaria, así que contacto de nuevo con la misma aplicación y pregunto si pueden cambiar la localización de mi mesa. De nuevo responden rápido y resolutivo. El primer trámite ha sido despachado de forma sobresaliente, pero aún queda lo más complicado en cualquier local de restauración, la conexión servicial y gastronómica.Llegamos a la hora en punto y la mesa estaba preparada en el exterior para recibirnos. Nos dejan el tiempo que necesitamos para decidir, sin presiones ni prisas, y lo hacemos por una botella de Cepa 21, de las bodegas de la Familia Moro en la Ribera del Duero y dar comienzo con tres entrantes: Croquetas de chipirón en su tinta con empanado de cabello de ángel y mahonesa de kimchy, Alcachofas crujientes con salsa de naranja y lluvia de foie y Pulpo a la brasa sobre cremoso de patatas y tartufata, a lo que acompañan con un pan redondo ligeramente tostado también a la brasa y regado con aceite de oliva virgen. Si he de poner peros... porque siempre hay que poner peros y resistirse a la complacencia total... diría que las alcachofas tenían exceso de salsa, lo que afectaba un poco al crujiente, y que el pulpo estaba algo seco, pero sería el efecto de las brasas, seguro; aunque también debo decir que las alcachofas eran muy tiernas, el pulpo estaba sabroso y las croquetas no tenían absolutamente nada que objetar. Muy satisfechos con los entrantes.Acto seguido viene el plato que había reservado con antelación, un arroz con presa ibérica y setas mixtas. El efecto del sarmiento en un arroz implica un extra de ahumado y un sabor sui-géneris que se une al atractivo paladar de las setas, así que podríamos decir que el plato principal estuvo perfecto. Pero si hubiese que poner un pero... ya sabéis lo de antes... diría que quien sirvió los platos no fue equitativo y yo llevé la peor parte; pero bueno, son cosas que están dentro del margen de aceptación y al final quedamos también muy satisfechos con esta parte. ;)Para finalizar la fiesta, pedimos dos postres: Mousse de café con chocolate crujiente y helado de tiramisú casero y Panchineta bañada en chocolate tibio y acompañada de una bola de helado. Un buen broche.Tras los cafés (yo opté por mi indefectible Asiático cartagenero) recibimos una invitación a chupitos que aceptamos con la necesidad de bajar la comida (yo opté por mi indefectible aguardiente sin mezclar).Finalizada la experiencia, diría que 8,5 10.Así fue, viajeros, y así os lo cuento, sin enaltecimientos ilógicos ni críticas interesadas. Abrasame estuvo cerca de la perfección. Enhorabuena al equipo."