"Fantástica experiencia gastronómica. Los conocimos a través de su perfil de Instagram y al final decidimos visitarlos. Optamos por lo clásico para probar lo típico: hummus con pan de pita, shakshuka de la casa y brocheta de kebab. Sabores muy intensos y sorprendentes, ya que no es lo habitual que se encuentra en cualquier kebab. La carne es muy buena, aunque un poco salada. El lugar es acogedor y al entrar te recibe un delicioso aroma que proviene de la cocina. Es mejor reservar, asegúrate de tener una mesa. Tuvimos la mala suerte de tocar una mesa muy pequeña, lo que hizo un poco complicado tener todo, pero es muy recomendable. Tienen certificación kosher."