"Nos sorprendió mucho el lugar, tan cálido y acogedor, y la simpatía con la que nos atendieron en el barco. Mostraron mucha sensibilidad hacia los veganos y de hecho muchas opciones de su menú eran veganas, ya sabes, la cocina árabe solo lleva lácteos y huevos. Probamos hummus, moussaka, mujadara, falafel, berenjenas, hojas de parra rellenas y makdus. Todo estaba delicioso, preparado con cuidado. Son platillos pequeños, ideales para compartir. Incluso había postre libanés vegano, unas ataief rellenas de frutos secos. En resumen, un lugar totalmente recomendado."