"Restaurante italiano cuyo acceso se hace difícil para aquellas personas con dificultades en la movilidad ya que se debe sortear una larga escalera para poder acceder al restaurante. Las instalaciones estaban limpias y ordenadas. La comida, sin ser barata ni excesivamente cara, me pareció de una alta calidad. En mi caso comí unos espaguetis al peperoncino y gambareti, sabroso, la pasta en su punto y las gambas muy tiernas. Pregunté y disponen de productos para celíacos aunque no me ofrecieron la carta de alérgenos, que recuerdo es de obligada tenencia desde el 13 de diciembre de 2011, normativa europea RE 1169/2011"