"En general, la comida en esta casa está bien, normal y barata, pero los postres... ¡Ay los postres! Nos cobraron caro por 2 crepes y un gofre a 4.50 cada uno. Ni se les ocurra pedir postre cuando hay crepes y gofres diez veces mejores a solo 20 metros en Manneken Pis o Pinocchio. Lamentablemente, no vamos a regresar, pero la experiencia, si no fuera por el postre, quizás nos hubiera hecho pensar en volver algún día. Sin embargo, nos dejó fríos. Aunque sea barato."