"El restaurante no es muy grande, lo que le da un carácter familiar muy chulo y la decoración bonita. La comida de calidad, todo muy rico. Eso si... Bien por falta de personal, bien porque es la tónica habitual ...se hace eterna la espera de los platos. De hecho, nada más llegar una pareja sentada en otra mesa nos dijo, iros porque vais a esperar mazo . Así fue, entre plato y plato de sushi que van sacando de uno en uno podian pasar 15, 20 minutos o más. En uno de ellos tardaron tanto que le pedimos la cuenta porque pensábamos que no quedaba nada más. Todo rico de sabor, pero no volvería por el momento esperar tanto, porque se hace eterno."