"Un espacio de restauración más en la zona de Felipe II que destaca por poder consumir en el establecimiento las dos cartas de su propuesta más callejera (burguer) y gourmet (tapas). Sin duda, su gran valor radica en ofrecer opciones para todos los bolsillos. La realidad es que, más allá de eso, no sabría qué más destacar. La atención y los precios normales para la zona, aunque algo descuidados en el servicio al tener que llamar a los camareros varias veces para limpiar la mesa u ordenar más bebidas. La comida es normal. Un lugar que cumple su función sin destacar."