"Aparte del hecho de que la paella de arroz lo puso en los platos hacia arriba (nada de tacto, pero en el estilo militar o safarrancho), preguntando si lo dejan en una mesa y uno está tomando de la paellera. Lo más triste de todo era el AOVE que no era realmente AOVE sino AOV. (notas de rancio). Es frustrante que en el Parador de Jaen se le sirva un aceite de oliva amarillo pálido de la cosecha del año pasado y a punto de expirar, al que sabemos de la degustación de aceite y hemos estudiado el tema que nos da mucha rabia para seguir sirviendo estos productos de dos cosechas y no para servir una calidad AOVE y esta cosecha. Una verdadera pena. Muy decepcionado."
