"Nos guiamos por las buenas reseñas de este sitio, y no defrauda en absoluto. Camarero encantador, atento. Fuimos con un pequeño de un año, nos pusieron trona, un biombo para que no nos diera el sol. Atenciones que se agradecen. La comida abundante y rica, el pisto con huevo espectacular, así como el rabo y la dorada. Mi peque se enganchó a su leche frita. Terracita para estar muy agusto. Volveremos"