"Visitamos esta pizzería sobre las 22.40, una hora razonable para un Sábado, al entrar la camarera por llamarla de alguna manera) no nos dice ni buenas noches,ni hola, ningún saludo.... se dedica a decirnos que se han roto vasos en nuestra mesa, que tengamos cuidado, por supuesto no los limpió... Al preguntarle cuanto tarda en servirnos la comida, nos dice que una hora, de buena manera aceptamos, aún siendo una barbaridad para cenar en local y con mesas vacías) pero al ir con un niño pequeño le pedí educademante si era tan amable de poner unas patatas fritas par el pequeño, a esto me responde de manera antipática que no, que es imposible. Me dejó al niño llorando y sin cenar. Evidentemente todo el grupo nos fuimos del local. No recomiendo este sitio a nadie, pues el trato y la sensibilidad de esa tipa, fue pésimo."