"en 2015, cuando visité Madrid, ingresé al dolor quotidien de gran pista y compré una galleta que, en mi viaje de regreso, conocía la gloria. Desde entonces no podía esperar el momento de volver. Ayer, finalmente, pude regresar a Madrid y le dolor, no había olvidado aún esa maravillosa cookie hace 3 años. Espero que esté de vuelta en Madrid en unos meses, y de nuevo estaré muy enfadada sin perder mi tiempo. Ya te has convertido en mi primera parada cada vez que suelo los madrileños. ."