"Miércoles/almuerzo/ febrero. No había mucha gente. Música de jazz, el lugar es agradable, hay muchas plantas. El camarero ha sido muy amable y cercano. La comida estaba deliciosa, y es un festival para la vista. Los sabores combinados en su justa medida. Hemos pedido falafel (no hay foto porque nos ha podido el hambre y se me ha olvidado), la musakka vegetal (un espactáculo) y el salmón noruego (cocinado en su punto perfecto con patatas, boniato y remolacha.... y luego a tarta de chocolate. Se cocina con amor en este sitio! Tienen zumo de Granada sin azúcar añadido!!!! Una fantasía."