"Alexandr Fernández nos atendió y la atención fue fabulosa. Es un joven muy amable, supo preguntarme sobre mis varias intolerancias. Comimos alitas de pollo, aros de cebolla, debits de mozzarella, unas hamburguesas de pollo crujientes y otra de trufa. De postre, el tiramisú de la abuela, que ha sido uno de los mejores que he probado. Para finalizar, un café escocés y otro irlandés que le dio un toque extra a esta gran experiencia. Gracias, nos gustaron mucho tus sugerencias."