"Fuimos a comer con reserva y nos atendieron enseguida. La camarera muy amable y atenta. La comida, buenísima. Probamos los nuevos bocadillos de la carta y madre mia, son una pasada, están buenísimos!! También pedimos un combo, donde venia un poco de todo, muy bueno también, y las cantidades más que correctas, casi salimos rodando del restaurante. De postre pedimos los frozen goikos, el tradicional y el nuevo. Personalmente me quedo con el de siempre, el de oreo, aunque a mi pareja le gustó el nuevo. Para gustos, colores. La única pega que le pondría a la experiencia, es que la música la tenían excesivamente alta. Entiendo que quieran que haya ambiente, pero siendo realistas, la gente va a su bola y no presta atención a la musica, y cuanto más alta está, más alto hablan para poder enterarse de lo que dicen. Entonces eso hace que entran en un bucle de ruido muy molesto. Porque por un lado tienes los altavoces dejándote sordo y por otro tienes a gente gritando casi. Pero dejando de lado eso, he de decir que volveríamos por la comida, porque de verdad que es muy buena."