"Fuimos con ganas de probar lo que prometían, una experiencia carnívora donde las haya y todo lo contrario. Fuimos a las 9:00 de la noche, y ya, de sus dos platos estrella (las alcachofas con velo de panceta y el bombón) sólo quedaba uno, las alcachofas. De este mismo, escatimaron de una forma escandalosa el velo de panceta, exactamente 4 trocitos. Tampoco quedaban otros platos en los que probar diferentes cortes del cerdo, que no acostumbras como lagarto . Al final todo se reducía a solomillo y hamburguesas. Del solomillo esperábamos mucho más debido a su alto precio. Debo decir, que tuvieron la deferencia de respetar el descuento del tenedor a pesar de que no quedó registrado en la reserva. Sin embargo, de toda la carta solo podía aplicarse a 3 platos. Una forma de atraer clientes de manera fraudulenta. En cuanto al vino, no tenían el que yo deseaba y me prometieron otro por el mismo precio. Como me temía,no fue así. El postre no merece más líneas de esta reseña."