"Lo mejor, sin duda, es la comida. No es el típico kebab, sino que ofrece una carta bastante más variada. No se puede decir lo mismo del local, que tira a cutrillo, ni del servicio; amable, pero bastante apáticos nos fuimos sin tomar café porque nadie se acercaba a nuestra mesa a pesar de que les hacíamos señas para reclamar su atención. Al final fuimos a la barra a pagar y el café lo tomamos en otro lugar). Hay que decir que también tienen servicio a domicilio para pedidos superiores 10 euros."