"Comida excelente, buen servicio y explicación de lo que se sirve. Moha, el dueño, educado y atento hasta que nos dimos cuenta que prestaba más atención a las mesas de más comensales, incluido el invitarles a chupito. Bien Moha, pero entiende que hay mesas de dos, como la nuestra, que comemos por cuatro y repetimos postre y bebida final... y está feo esa atención a las mesas grandes y dejar de lado las pequeñas como la nuestra y alguna cerca que teníamos. Como cosa buena, terminó de atender nuestra mesa una chica, nos explicó los postres y nos habló de la historia del té moruno. Gracias a ella, nuestra sobremesa compensó esa desatención que se perdió como una gaseosa después del inicio de nuestra llegada. Como comida, excelente, lo que se pida. Hay sitios que vuelves por la comida y la atención, en este caso repetiremos 60% por la comida y 40% por la actitud del dueño al seleccionar las mesas grandes donde se para a explicar con mas detalle e invitar a algo... Adjunto fotos de la comida, no os equivocáis."